Lectura: 1 Juan 5:9-21

¿Por qué Juan terminó su carta escribiendo: “Queridos hijos, apártense de los ídolos.”? (1. Jn. 5:21).  ¿Crees que estas palabras no se aplican a nosotros?  Ciertamente tenemos falsos dioses o cosas o personas que ocupan el lugar que por naturaleza le corresponde a Dios, ¿no es cierto?

¿Qué fue exactamente lo que Juan quiso decir con «ídolos»?

Es poco probable que él se estuviera refiriendo a los dioses del metal y la piedra que eran tan frecuentes en su época.  Este tipo de ídolos en realidad no era una tentación tan grande para la gente a la que estaba escribiendo, como si lo había sido para sus antepasados.

Un ídolo, sin embargo, puede ser una idea falsa acerca de Dios o un sustituto de Dios que nos hace darle la espalda a Él, y ocupa un espacio que no lo corresponde.   Juan declaró que Jesucristo es el verdadero Dios (v.20).  Conocer a Jesús es conocer al Padre.   Estar íntimamente relacionado con su Hijo, es estar siempre relacionado con el Dios eterno.

En esta coyuntura es posible que estemos adorando a un ídolo llamado: “jesús”, que en realidad nos está alejando del verdadero Jesús Dios.  Tal vez este “jesús” se asemeja a más a un oso de peluche que nos arrulla al dormir, o un padre indulgente, o un Santa Claus que no toma mi pecado serio. Tales ideas erróneas no son el Jesús de la Biblia, sino un ídolo. Esa es la razón por la que Juan nos advirtió con respecto a mantenernos alejados de esos ídolos.

  1. Ten cuidado. La devoción a este falso jesús es idolatría.  No obstante conocer a Jesús, el verdadero Dios, nos brinda la vida eterna.
  1. Estamos hechos a imagen de Dios, no al contrario.

NPD/HWR