Lectura: Hechos 5:1-11

Washington, D.C., está llena de secretos. Algunos dicen pudieran hasta 3 mil millones! Pero no todos ellos son secretos que requieran salvaguardarse por seguridad nacional. Muchos son los documentos relativos a experimentos médicos peligrosos hechos hace años en seres humanos sin su conocimiento o consentimiento. Otros son contratos y facturas de  fabricantes civiles, a menudo culpables de cargos excesivos, etiquetados con la palabra: «Confidencial». Pero ahora, bajo una nueva política iniciada por el Departamento de Energía: «una pirámide de documentos clasificados» están siendo expuestos sistemáticamente al escrutinio público. Como resultado, muchas personas y empresas están siendo demandadas.

La vida, así como Washington, está llena de secretos. La mayoría de los secretos son triviales y sin importancia. Algunos, sin embargo, son malos y trágicos, como se ilustra en la lectura bíblica de hoy. ¿Qué pasa con los pecados secretos? Podemos ser capaces de ocultarlos con éxito de la gente, sin embargo, en el tiempo de Dios está previsto un día en el cual se «conocerán los secretos del corazón» (Sal. 44:21) y «…traerá toda obra a juicio, junto con todo lo oculto, sea bueno o sea malo.” (Eclesiastés 12:14).

1. Traigamos esos secretos a la intemperie. Confiesa tus pecados ahora y reclamar la limpieza completa que se ha prometido a través del sacrificio del Salvador (1 Jn. 1:9).

2. No puedes ocultar tus pecado de Dios, Él sabe lo que está en tu corazón.  La confesión es la forma más rápida para hacer tengas un nuevo comienzo.

3. Nuestros pecados secretos, son un escándalo abierto para Dios.

NPD/VCG