Lectura: Jonás 1:1-10

¿Por qué las personas huyen de dios? ¿Será debido a la ira, la decepción, la desesperación, la desobediencia o alguna telaraña de rebeldía tejida a partir de nuestros propios deseos?

El libro de Jonás estudia a un profeta que rechazó el llamado de Dios para transmitir Su palabra al pueblo de Nínive. En el primer capítulo (vv. 3, 10) leemos que Jonás deliberadamente se dirigió a Tarsis para huir del Señor. Él sabía exactamente hacia dónde iba y por qué. Luego de dársele una segunda oportunidad (3:1-2), Jonás transmitió el mensaje de Dios pero reaccionó con ira cuando el Señor perdonó a la ciudad arrepentida (3:10-4:2).

El libro termina con el Señor hablándole a Jonás acerca de Su compasión: “¿Y no he de apiadarme Yo de Nínive?” (4:11). Pero no hay indicación alguna de que el contrariado profeta cambiara de actitud. El pueblo de Nínive se arrepintió: Jonás no.

La historia de Jonás debe hacer que cada uno de nosotros seamos honestos en cuanto a nuestros sentimientos hacia el Señor.

La historia de Jonás ilumina nuestras reacciones ante Dios y mide nuestra disposición a confiar en Él cuando no podemos entender Sus caminos.

  1. ¿Albergamos resentimiento por Su indulgencia hacia personas que creemos que merecen juicio? ¿Acaso hemos olvidado que Dios nos ha perdonado?
  2. ¿Estamos listos a obedecer Su llamado y a dejarle a Él el resultado?

NPD/DCM