Lectura: 2 Crónicas 17 – 20.

Aunque parezca duro decirlo, de alguna manera, todo hombre y toda mujer, conlleva en su interior un potencial de triunfo como de fracaso, idénticamente igual. Sí. Somos potenciales triunfadores pero también potenciales perdedores. Aquel que desestima el uno y prepondera el otro, corre graves riesgos. El hombre presuntuoso, que nunca incluye en su agenda de vida la posibilidad de un fracaso, se desploma cuando éste le sorprende y difícilmente logra reponerse. De la misma manera, los que siempre piensan que no podrán lograrlo y viven presa del pánico por lo que vendrá, se paralizan con sentimientos de inutilidad y baja autoestima y nunca culminan o siquiera comienzan un nuevo proyecto de vida.

Aún los grandes hombres y mujeres tienen el potencial de arruinar toda su carrera y acabar en el caos si no toman los recaudos pertinentes.

Al leer la historia del Rey Josafat, pareciera que él había aprendido las lecciones buenas y malas de sus antepasados.

1. ¿Por qué tuvo éxito Josafat desde el principio de su reinado?  ¿Por qué piensas que envió levitas a enseñar la Palabra a las ciudades de su reino?  Hoy día muchas iglesias ponen un énfasis exagerado en la adoración y ponen muy poco tiempo y/o descuidan la enseñanza de Dios  ¿Qué peligro corren estas iglesias?

2. ¿Cuál fue el error de Josafat?  ¿Cómo afectó a su reino?  ¿A su familia y a su reinado?  ¿Cómo crees que se aplica 2 Corintios 6:14 – 7:1 a esta historia y a nuestras vidas actuales, en especial con la tentación del ecumenismo?

3. ¿Por qué pidió Josafat «una segunda opinión» de un verdadero profeta de Dios cuando los 400 “profetas” habían dado opiniones positivas tocantes a la próxima guerra?  ¿Por qué crees que no siguió esa segunda opinión?  ¿Cómo se puso en peligro su vida por esto?  ¿Cómo se salvó?  ¿Cuál es el riesgo que corremos cuando no seguimos el buen consejo de las Escrituras?

4. Siempre ha existido un problema con respecto al “espíritu de mentira de parte de Dios”.  Algunos han dicho que se podría interpretar mal, como una excusa para el mal que se comete.  ¿Podría esto explicar cómo algunas “predicaciones populares” son tan llamativas y desvían a tantos ingenuos en nuestros días?

5.  Al final de estos capítulos somos testigos de la última prueba en el reinado de Josafat, la cual pasa con buena nota.  Al analizar la actitud de Josafat en esta prueba podemos preguntarnos: ¿Qué diferencia existió entre esta oración y el acto de fe (reclamando la protección de Dios) y las falsas presunciones que «reclaman promesas» o cualquier cosa que les convenga?  ¿Qué aprendes de esta hermosa historia?